LA ESCUELA MUNICIPAL DEL VIDRIO COLOCÓ LOS PRIMEROS VITRALES RESTAURADOS EN PARROQUIA
La Escuela Municipal del Vidrio de Berazategui, única en su tipo en toda Latino-américa, colocó en la iglesia Nuestra Señora de Luján los primeros vitrales restaurados por sus docentes.
«El objetivo es realizar el mismo procedimiento con el resto de las piezas, hasta completar los 12 antiguos ventanales de esta histórica parroquia, un trabajo que se desarrollará por etapas y se extenderá durante todo el año» dijeron desde la Escuela.
«El proceso se llama ‘restauración en vitral’ y consiste en desmontar de su armazón los vidrios que han sido pintados con esmalte sintético; hornearlos, para quemar todo vestigio de pintura que pudiesen tener y dejarlos totalmente limpios; volver a esmaltarlos, siempre respetando el color y el diseño original; hornearlos de nuevo; y finalmente volver a colocarlos en la iglesia», explicó Margarita Pino, docente y directora de la Escuela Municipal, quien agregó que «los profesores también debieron reemplazar el plomo de los bordes y laterales de los primeros cuatro vitró trabajados porque estaban muy envejecidos».
Por su parte, desde la Parroquia Nuestra Señora de Luján, la más antigua del distrito, se mostraron muy agradecidos y entusiasmados con la llegada de las primeras piezas restauradas, que ya fueron colocadas.
«Estamos muy contentos porque es un trabajo muy bien hecho, al que se ve que le han puesto muchísimo cariño y empeño. Un trabajo que, además, desde el punto de vista económico no hubiésemos estado en condiciones de poder hacer por nuestra cuenta. Y los vitrales están quedando muy bien, tal y como estaban al principio, como hemos visto en fotos. Así que estamos muy agradecidos por este gesto tan lindo del Municipio y que, para nosotros, significa un signo de cariño», expresó el cura Quique, párroco de esta iglesia del barrio San Francisco, construida en 1895.
Con respecto al estado de los vitrales, Pino analizó: «Tienen más de un siglo y no son nacionales, porque por aquellos años en el país no se fabricaba vidrio, sino que venían de Europa, generalmente de mano de obra española o italiana. Y estaban pintados con lustres europeos, muy lindos, pero que ya se encontraban bastante deteriorados por el paso del tiempo. Así que su restauración era algo necesario. Por eso me pone muy orgullosa que seamos nosotros los elegidos para realizar este trabajo y que casi todo el staff de docentes de la Escuela se encuentre participando con gran entusiasmo».
En este sentido, Desiree Hernando, una de las profesoras que participan de la intervención, señaló: «Para este gran desafío estamos utilizando todo lo que aprendimos en la Escuela del Vidrio, donde tuve la posibilidad de formarme desde la adolescencia y donde hoy trabajo como docente. Así que esta iniciativa me parece una excelente oportunidad para poder volcar, en algo para la comunidad, todo lo que aprendí».