el confeso abusador de ‘La Cámpora’ sigue ‘aguantándose’ en LA LEGISLATURA
Fue un escándalo difícil de ocultar, pero los políticos siguen contando con los ‘fueros’ que convirtieron al otrora ‘Honorable’ Congreso de la Nación y a la Legislatura Bonaerense, en verdaderos aguantaderos de los que escapan a las garras de la Justicia…
El caso protagonizado y denunciado por Thelma Fardín donde el legislador de ‘La Cámpora’, Jorge Romero, fue denunciado por abuso sexual, lo puso contra las cuerdas y, según trascendió, con varias denunciantes mas en puerta, el ‘camporista’ se vio obligado a confesar el delito.
Pero muy bien asesorado, Romero aún no renunció a su banca y continúa manejando una caja millonaria.
Jorge ‘Loco’ Romero y sus amigos y principales asesores Máximo Kirchner yAndrés ‘Cuervo’ Larroque, conocen muy bien la arena política.
Saben que, a pesar de la presión recibida para que el abusador renuncie a su banca, si logran estirar los tiempos y que el caso se pierda en la agenda mediática, saldrán ilesos y podrán seguir utilizando los fondos del Senado bonaerense para hacer campaña de cara a las próximas elecciones.
Es que, luego de su confesión vía Facebook, en forma deliberada y por decisión de ‘La Cámpora’, Romero (quien se desempeña como vicepresidente de la comisión de Derechos Humanos y Garantías) evitó presentar la renuncia a su cargo, lo que -aseguran los observadores- no es casualidad.
El armado camporista se encuentra en un gran dilema, visto que el legislador maneja una suma de módulos que se perderían en una eventual renuncia y pasarían a estar en manos de su reemplazante natural, la ex vicegobernadora provincial Graciela Gianne-ttasio.
En este sentido, Romero tiene bajo su poder una suma de dinero cercana a los 2 millones de pesos que se le asignan a la bancada y son repartidos entre contratos, becas y demás herramientas de blanqueamiento político.
Desde este aspecto, en el mundillo político también se sabe que gran parte de esa plata es destinada a la territorialidad y ‘La Cámpora’ decidió descartar la renuncia a su banca para no perder el manejo de esos fondos.
Vale recordar que el propio dirigente se hizo cargo de haber realizado actos de los que «no se enorgullecía», culpando insólitamente a la «sociedad patriarcal» en la que -acusa él-se crió.
En ese marco, a la hora de dar un paso al costado, en un claro acto fallido, advirtió que él estaba a disposición de lo que su armado político dictamine, dejando de alguna manera a la Justicia de lado.
Un increíble vaivén de declaraciones vía redes sociales, hacen creer que ni siquiera el propio hombre de la política entiende que las acusaciones que recaen sobre su espalda son patrimonio del poder judicial.