Los inversores ya se hacen a la idea de que Alberto debutará con ley de emergencia económica
La pregunta es recurrente y se la formulan los principales fondos de inversión internacionales. Los mismos que en las últimas jornadas analizaron el «caso argentino» y mantienen fluidos contactos con funcionarios y economistas del Frente de Todos, se plantean: «¿Argentina va a la hiperinflación?»
A primera vista puede parecer una preocupación exagerada, pero la cuestión surge en cada contacto entre los profesionales. En realidad, se trata de una preocupación que tiene lógica cuando se considera la involución de la economía nacional: desde hace un año y medio, el escenario de la Argentina no ha dejado de deteriorarse a pesar del auxilio financiero y las medidas monetarias extremas. En 19 meses, la cotización del dólar más que se triplicó y las reservas del Banco Central se escurrieron en paralelo al salto del endeudamiento.
Justamente, sin acceso a los mercados -ni para tomar dólares y ni siquiera pesos- y con los vencimientos que se avecinan, en ambas monedas, desde los fondos de inversiones globales se preguntan cómo hará el gobierno de Alberto Fernández para evitar el colapso de la economía.
Los abultados compromisos en moneda local, que incluye además un gasto previsional en aumento, podrían implicar mayores presiones sobre el tipo de cambio (paralelo), que el estricto cepo no podría contener. Tan grave es el tema que ya se está considerando la posibilidad de un re-reperfilamiento sobre los mismos títulos que habían sufrido el cambio de condiciones de pago impuesto por el ministro Hernán Lacunza.
¿Qué tan alarmante es la situación financiera que le espera al nuevo gobierno? La economista Marina Dal Poggetto, en su último informe, lo puso en fríos números: «El principal problema de la Argentina está concentrado en los vencimientos de 2020, u$s29.200 millones, de los cuales u$s25.400 millones corresponden a legislación local, y sólo u$s3.800 millones a legislación extranjera».
«Poco más de la mitad de estos vencimientos son en pesos (Letras y Bonos, todos emitidos con ley local) y el resto en dólares (una tercera parte ley internacional y dos terceras partes ley local)»
En concreto: de los u$s29.200 millones de vencimientos con el mercado en 2020, u$s11.900 millones y $869.000 millones, ocurre durante los primeros seis meses del año, finaliza Dal Poggetto.
¿Habrá paquete de medidas? Con semejante marco, los administradores de los fondos de inversiones globales con intereses en la Argentina trabajan con la expectativa que, ya durante las primeras semanas, el gobierno de Alberto Fernández pondrá en marcha un paquete de iniciativas para hacer frente a la crisis.
Esos inversores, con estrechos contactos políticos en el país, están convencidos de que Fernández pondrá en juego, ya desde el inicio, un set de medidas con el objetivo de dar vuelta las expectativas negativas.
Dar algunas certezas sobre lo que se viene, en un escenario donde el descrédito es total: el desplome en la demanda de pesos es histórico, la economía real no deja de caer, los precios empujan la inflación más arriba y en la única cobertura que piensan todos es el dólar, que por el cepo su compra ha quedado prácticamente prohibida.
Los financistas tienen la certeza que, apenas asuma, Alberto F. pondrá en marcha un paquete de tres grandes anuncios: El primero debería ser un proyecto de «Ley de Emergencia Económica». Una especie de protección legal a funcionarios, que deberían tomar algunas medidas controvertidas y no querrán quedar expuestos a litigios judiciales.
Hay que tener en cuenta que algunas decisiones se relacionarán con una posible pesificación de las tarifas de los servicios públicos -de hecho, esta iniciativa ya fue adelantada por el propio Fernández-. A lo anterior habría que añadir la chance de un congelamiento de esas facturas durante un plazo de entre seis a 12 meses.
Fernández también enviará un proyecto -que considera estructural para su gobierno- para crear el Consejo Económico y Social, que dará participación a una amplia gama de políticos y personalidades destacadas de la vida social del país.
Un tercer punto estaría dedicado a una reestructuración de la deuda, que los propios inversores vislumbran como impostergable.
Una decisión que debería quitarle la incertidumbre que existe ahora, por la sencilla razón de que a la Argentina no le alcanzan los dólares para cancelar sus compromisos. Y que si emitiese todos los pesos necesarios para pagar, el riesgo de un fogonazo inflacionario aumentaría sensiblemente.
Por último, se espera un set de medidas para intentar paliar la crisis en la economía «real». Sobre el escritorio de uno de los gerentes de inversiones hay una lista con posibles decisiones: desde el «Plan contra el hambre», ya anunciado por Fernández-Arroyo, hasta una ayuda extraordinaria de $3.000 para jubilados, pensionados y beneficiarios de AUH.