DUDAS Y CONTROVERSIAS FRENTE A ACCIONAR POLICIAL QUE TERMINÓ CON UN FALLECIDO
La muerte de Diego Ezequiel Arias, de 27 años, vecino del Barrio Nuevo de El Pato, derivada de un disparo de escopeta por parte de un oficial de Policía durante una revuelta en esa zona rural de Berazategui, plantea una serie de controversias sobre el accionar policial y la muerte de un agresor.
Una refriega vecinal motivó la intervención policial solicitada por el 911 en El Pato. Exaltados, un grupo de contendientes peleaba entre sí, y ante la presencia policial de efectivos del Comando de Berazategui derivó el ataques verbales y pedradas contra los oficiales, que en un momento debieron usar sus escopetas con cartuchos ‘antitumultos‘ (conocidos como «posta de goma«) para tratar de diseminar la pelea que se daba, y de lo cual -inclusive- hay videos aportados por vecinos del lugar.
En un momento, según testimonios, un Teniente 1° que portaba una escopeta, fue agredido desde atrás por Arias con una lata provocándole al policía heridas cortantes en rostro y cuello. En el momento del ataque -que el uniformado habría recibido de espaldas- en el trastabilleo del oficial el arma larga se disparó, ingresando una parte de la carga del cartucho en el cuello del atacante, quien cayó herido de gravedad junto con el policía atacado, que también exhibía cortes y hemorragias recibidas por el ataque con una lata.
De resultas, el vecino Arias termina falleciendo, mientras que el policía atacado debió ser asistido al igual que otros uniformados que recibieron pedradas durante el incidente.
La UFI N°3 de la Dra Gabriela Mateo Descentralizada de Berazategui, junto con el Juzgado de Garantias 7 del Dr. Marcelo Mora intervinieron procediendo a la detención del policía autor del disparo, tomando intervención Asuntos Internos del ministerio de Seguridad bonaerense y la Gendarmería Nacional a cargo de los peritajes correspondientes.
El efectivo en cuestión sufrió una descompensación generalizada debiendo ser trasladado al Nuevo Sanatorio de Berazategui donde se determinó su internación.
Por estas horas se debatía la legitimidad del accionar policial ante el ataque del occiso, dado que la corta distancia en que Arias recibió el disparo y la posición que estaba en ese momento, confirmarían que el uniformado fue agredido a traición y que en el forcejeo, se efectuó el disparo que resultó ser mortal para el agresor.