ABOGADO DE PINO SOLANAS FRENÓ ORDENANZA MUNICIPAL Y VUELVEN LOS CARROS CON CABALLOS A LAS CALLES

El abogado y candidato de ‘Pino’ Solanas en Berazategui, Dante Morini, ingresó un pedido de amparo contra la ordenanza que prohíbe el tránsito con tracción a sangre en el distrito, obteniendo una suspensión de vigencia del instrumento municipal.
La medida que restringe la presencia de caballos en la vía pública, entró en vigencia el 1° de mayo último y quedó nula por un amparo presentado por los ‘carreros’.
«El propio Estado criminaliza la pobreza permitiendo esta práctica», declaró la abogada Marina Garrido en diálogo con un medio de prensa.
El esperado avance en contra del maltrato animal logrado en el partido de Berazategui, quedó sin efecto por el accionar de la Justicia quilmeña. El municipio de Berazategui deberá suspender la ordenanza que prohibía la tracción a sangre para las tareas de ‘cirujeo’.
Así lo ordenó el juez Gonzalo López Cardoso, del Juzgado de Familia Nº 3 de Quilmes.
El abogado Dante Morini, ex candidato de ‘Pino’ Solanas y representante de los recolectores y recicladores urbanos agrupados en la Unión de Carreros de Berazategui, había pedido el amparo argumentando que «se deje de criminalizar la pobreza y violar la Constitución Nacional».
La ordenanza 5694 – en vigencia a partir del 1° de mayo- fue aprobada por unanimidad por el Concejo Deliberante de Berazategui.
En lugar del uso de caballos, se contempló la entrega de bicicletas eléctricas a batería recargable ‘en comodato’ para que los recicladores puedan cumplir con su trabajo.
Además, establecía la creación de un Registro Unico Obligatorio para los Recolectores Informales de la Ciudad.
Ellos, sin embargo, argumentaron que las bicis no fueron suficientes, por lo que intercedió la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y el Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE), donde se nuclean los cartoneros.
Para evitar el maltrato, el propio intentente Patricio Mussi había impulsado esta medida, celebrada por los proteccionistas y activistas.
Los carreros utilizan ruedas de autos desinfladas para sus carros, que tienen un peso de tres veces más que lo que puede soportar este animal.
Marina Garrido, apoderada de Lucha por la Integridad Social y el Derecho Animal (ALUISA), opinó que «criminalizar la pobreza es permitir estas actividades con mafias de por medio, dentro de la TAS hay explotación infantil. Se ven carros con hermanitos a los que les enseñan a pegarles puñetazos a los caballos», advirtió.
Desde ALUISA, incluso, se impulsó la ONG Ley no más TAS, que presentó un proyecto en Diputados para prohibir el uso de caballos.
«La idea es hacer una adaptación de uno o dos años para dejar los caballos y luego penalizar esta conducta como sucede con las carreras de galgos. En este caso, la ley establece una pena de hasta cuatro años de prisión» se puntualiza.
Poniendo énfasis a la infancia, Garrido citó estudios criminalísticos que relacionan el maltrato animal con las conductas psicópatas, muchas de las cuales tienen antecedentes en la violencia animal.
«Los Derechos del Niño implican la educación a nivel moral, de valores. Permitiendo esto se naturaliza la crueldad desde pequeños, enseñando la impunidad que te da maltratar a un animal. Los están criminalizando desde el propio Estado», señaló.
«Los carreros están instalados y tienen mucho poder. En Quilmes, La Plata, Rosario y Paraná, entre otras ciudades, está prohibida y sigue habiendo TAS. Se tienen que cumplir las normas y las leyes», afirmó.
Para la abogada, la resistencia se explica, en parte, porque la TAS conlleva otras actividades, incluso ilícitas. «El carro es invisible, los policías los ven y los carreros parecen intocables. Llevan lo que se les da la gana en el carro», problematizó.
La doctora Laura Velasco, directora del Instituto de Derecho Animal del Colegio de Abogados de la Capital Federal, opinó que «no debería haber conflictos ni nada negativo» en estas ordenanzas.
«Regular la TAS no se puede porque sería regular un delito, como la trata o el trabajo infantil. Se viola la ley 14.346 de maltrato animal. Los caballos quedan muertos y los que no sirven los faenan».
«Con esta prohibición se blanquearía el trabajo, se respetaría la dignididad del animal y la del ser humano», indicó.
Y puso el foco en otro de los problemas: «se evitarían muchísimo los constantes accidentes de tránsito».